Tip 1:
Utiliza ingredientes a temperatura ambiente
Muchos productos horneados empiezan por la formación de crema de mantequilla y el azúcar, sin embargo, muchas personas no ablandan la mantequilla antes de mezclarla con otros ingredientes. Lo que hace que al final, la textura de los postres no sea la más adecuada.
Tip 2:
Invertir en los utensilios para hornear de calidad
Siempre vale la pena invertir en utensilios novedosos y de calidad, como bandejas antiadherentes, paletas de madera y plástico, medidores de temperatura o cualquier otra herramienta que aparte de facilitar el trabajo, ayuda a que el resultado final sea apetitoso y visiblemente bien elaborado
Tip 3:
Medir bien las cantidades
La repostería incluye la realización de procesos químicos muy delicados. Por eso hay que tener mucho cuidado, por ejemplo al realizar sustituciones de huevo, pero lo que más exacto se debe medir es la mantequilla, porque en ésta se puede notar claramente en el sabor cuando está de más.
Tip 4:
Engrasa los moldes con manteca, no con mantequilla
Usualmente, leemos en los libros de cocina que los moldes se engrasan con mantequilla y harina. Pero eso nos da como resultado dos problemas: uno es que le queda una capa harinosa al pastel encima y el otro es que no se despega tan fácil del molde. Si cambias la mantequilla por manteca, nunca más tendrás estos problemas.
Tip 5:
Rompe los huevos en un recipiente aparte
Con esto se evita que las cáscaras caigan en la mezcla y después te sea imposible encontrarlas. De esta manera, puedes encontrarlas y apartarlas antes de que caigan en el recipiente de la batidora.

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